Encontramos la liberación espiritual. ¡Es más simple de lo que crees!
Aquí
te contamos como lograrlo.
Úsalo para el bien o como referencia de que tú también puedes
lograrlo.
Nada bueno sale desde la desesperación
Hola, esto es: Tú Existes.
Siempre hay una forma de hacer las cosas mejor, siempre.
A veces... uno se hunde en la desesperación por querer anticiparse a lo que uno cree que puede suceder.
De la desesperación sólo salen malas decisiones.
Decisiones difíciles de revertir.
Tienes que tener fe y confianza en ti mismo, en ti misma.
Si sientes que viene todo encima tuyo, que no queda otra opción, utiliza la única opción que te va a dar la salida:
Siéntete a ti mismo, a ti misma y pídete: ¡por favor, encuentra la solución a mi problema! Pídete: Abre el camino hacia la solución que ayuda a todos nosotros, a todos los que estamos involucrados en esta desesperación que siento. Y espera con paciencia y haz lo que sientas hacer, no lo que piensas que tienes que hacer. Trabaja con tu corazón, trabaja con tu existencia, haz todo desde allí. Convierte tu intención en una intención que una las necesidades y los deseos de todos en la mejor decisión posible.
¿Parece imposible?
De ninguna manera.
En mis inicios lo he hecho así y he solucionado muchas cosas.
Luego de que la solución apareció y todo se calmó, he pensado en esa decisión que iba a tomar de manera desesperada, y terminé agradeciéndome por tomar la solución definitiva, la única, la que sirvió para todos. Inclusive en esas situaciones en las que uno piensa que no hay solución.
Ten fe. Tú tienes el control de tu vida y de tu existencia.
Confía en ti qué es así lo que digo. Confía que tú tienes ese control.
Confía que aunque todo, inclusive tu mente, te lleve algo en el que uno suele pensar que no había otra posibilidad que hacerlo, en tu corazón hay miles de posibilidades más que son mucho mejor que la que quieres tomar.
¡Enfrenta a tu mente! Porque tú eres el espíritu que la controla.
¡Enfrenta a tu cuerpo! Porque tú eres el espíritu que lo controla.
Si sientes que otro, otra está manipulando tu cuerpo, ¡reclama tu lugar en tu cuerpo! porque tú y sólo tú tienes potestad, poder sobre tu cuerpo. Nada lo va a cambiar, por más que sientas que es imposible, por más que sientas que ya no hay otra forma de salir adelante. Existe. Ten fe, existe.
Si se te agotan todas las posibilidades y todavía te cuesta reclamar tu lugar en tu cuerpo, llámanos y allí estaremos.